Dermatología clínica

¿Cuántos tipos de acné hay?

El acné es una de las enfermedades dermatológicas que más afecta a la autoestima personal. Puede llegar, incluso, a generar ansiedad y depresión en quienes lo padecen. El acné es un auténtico quebradero de cabeza, especialmente cuando aparece en zonas tan visibles como la cara.

Es una enfermedad inflamatoria crónica del folículo pilosebáceo cuya causa es desconocida.  Aunque suele relacionarse con la adolescencia, pues afecta a un 80% de los jóvenes, puede aparecer también en otras etapas de la vida. De hecho hay muchas clases de acné:

  • Acné en bebés: el acné neonatal aparece en los recién nacidos, normalmente en las dos primeras semanas de vida, y es más común en los varones. Si aparece después de los tres meses de vida, se llama acné del lactante. Quienes lo sufren, tienen más predisposición a padecerlo de nuevo en el futuro. Se relaciona con la sobreestimulación de las glándulas sebáceas por parte de las hormonas de la madre, que transfiere a su hijo durante el embarazo.
  • El acné común: son esas pequeñas espinillas que aparecen y desaparecen con facilidad. En este apartado podría incluirse también el acné premenstrual. Son esas pequeñas espinillas que aparecen en los días previos a la menstruación como respuesta a los cambios hormonales que sufre el cuerpo femenino en esa fase del ciclo.
  • Existen determinados medicamentos que pueden provocar granos en la piel. Es lo que se llama acné iatrogénico, es uno de los que más preocupa. Es muy similar a cualquier otro tipo: aparecen espinillas, pústulas, granos y quistes… Por ello es fácil confundirlo con el acné común. Entre los medicamentos que causan este acné están los esteroides, los anabolizantes, la testosterona y los androgénicos.
  • Acné en adultos: puede originarse por un cambio en la dieta, el estrés o el uso de productos cosméticos inadecuados. Suele aparecer, por tanto, cuando se produce un cambio repentino en la rutina habitual, pero si el problema continúa te recomendamos acudir a un dermatólogo profesional. Porque además, a diferencia del acné adolescente, este tipo de acné no desaparece tan fácilmente y requiere un tratamiento específico.
  • Acné corporal: al igual que sucede con el resto de tipos de acné, la causa sigue siendo desconocida. Pero en este caso, parece claro que la irritación de la piel lo empeora. Por ello, es mejor no frotarla, así como evitar la ropa húmeda y sudorosa que puede agravar aún más el acné.
  • Acné rosácea: es una afección muy común de color rosado. Se llama Pitiriasis rosada y es un acné benigno que afecta a millones de personas en todo el mundo. A diferencia de lo que se cree, no es contagiosa y tampoco está causada por el consumo de alcohol, aunque este es un factor que puede influir en su progresión. Su causa sigue siendo un misterio, pero los principales factores a los que se apunta son predisposición genética, exposición solar, algunos medicamentos vasodilatadores…

Hay muchas clases de acné, por lo tanto, pero también hay muchos tipos de manifestaciones del mismo:

  • Puntos blancos y negros: son uno de los tipos más comunes. Los puntos blancos son esas protuberancias pequeñas y de color blanquecino que aparecen en la piel  por  la acumulación de aceites o sebo en los poros. Adquieren ese color porque las áreas obstruidas no están expuestas al aire. Cuando lo están, se produce una oxidación que oscurece las puntas y es entonces cuando hablamos de puntos negros. Para prevenirlos, lo mejor es limpiar la piel a menudo y con suavidad.
  • Pápulas: son unas pequeñas y firmes protuberancias, en forma de cono y de color rosado. Es, en otras palabras, un punto blanco inflamado. Son sensibles al tacto y no contienen pus. No deben apretarse, pues no sirve para eliminarlas, puede irritar la piel y además agravar el acné.
  • Pústulas: Son lesiones pequeñas y redondas, de color rojo y con centros de color amarillento o blanquecino debido al pus. Por norma general, no suelen ser dolorosas, pero no es aconsejable apretarlas con los dedos porque pueden dejar una cicatriz permanente. Lo mejor es limpiarlas hasta que desaparezcan y acudir a un dermatólogo para que las trate.
  • Nódulos y quistes: son lesiones muy dolorosas y profundas en la piel que aparecer en grandes áreas. A diferencia de otras manifestaciones del acné, pueden persistir durante largos periodo de tiempo. El acné quístico es el tipo más grave y aunque es más común en los adolescentes varones y hombres jóvenes, tiene una base genética importante por lo que si nuestros padres lo han padecido, es muy probable que nosotros también lo suframos en algún momento.
  • Acné conglobata: es una forma rara y muy gravé de acné que suele aparecer en zonas como la espalda, los glúteos, el pecho, las extremidades superiores y la cara. Produce abscesos y lesiones bacterianas y dejan cicatriz. Afecta más a los adultos jóvenes varones, e incluso se han dado casos en algunos niños. Y aunque las causas aún se desconocen, se sabe que se desarrolla cuando el acné existente se deteriora y cuando hay un abuso de esteroides y anabolizantes.

El acné, por tanto, es una dolencia de la piel que se puede presentar de forma muy variada. Por ello, lo mejor es consultar con un dermatólogo profesional que valore nuestro caso de manera concreta y determine qué tratamientos son los más adecuados.

Terapia Kleresca biofotónica

Entre ellos, puede estar la terapia biofotónica de Kleresca. ¿Sabes lo que es? Se trata de un tratamiento rápido, efectivo y nada invasivo con el que se reducen significativamente las cicatrices que el acné puede dejar en la cara. Nuestra clínica, Sánchez del Río, es uno de los centros dermatológicos exclusivos que cuenta con esta terapia. ¿Quieres saber más? No dudes en contactar con nosotros, podemos ayudarte.

Clínica Dermatológica Sánchez del Río

La Clínica Dermatológica Sánchez del Río cuenta con más de 30 años de experiencia en el cuidado de la piel, ofreciendo a nuestros pacientes soluciones médicas y estéticas.

Comentar

Haz click aquí para comentar