Con la llegada del otoño, reaparecen los brotes de patologías como la psoriasis y la dermatitis atópica. Ambas pueden confundirse debido a sus síntomas característicos, como piel seca y escamosa. Pero lo cierto es que existen varias diferencias entre psoriasis y dermatitis atópica.
Mientras que la psoriasis se manifiesta con unos parches rojos y escamas de un color blanco nácar, que causan hinchazón y dolor. Por su parte,la dermatitis atópica o eccema causa pequeñas burbujas que pueden contener líquido y producen mucho picor. Más allá de los síntomas, existen varios factores diferenciales en ambas patologías.
¿A qué edad y dónde aparece la psoriasis y la dermatitis atópica?
Tanto la psoriasis como la dermatitis atópica son enfermedades crónicas e inflamatorias de la piel. Se estima que más de un millón de personas padecen psoriasis en España y alrededor del 30% de los niños en nuestro país presentan eccema, que es el motivo principal de consulta dermatológica.
Es justo aquí donde reside una de las principales diferencias entre estas enfermedades. La psoriasis se concentra principalmente en la población adulta, entre los 20 y los 50 años. En cambio, la dermatitis atópica suele ser más frecuente en niños. En el 80% de los casos se resuelve con el paso de los años y solo persisten en la edad adulta los cuadros más graves.
Otra de las diferencias es la parte del cuerpo en la que se manifiestan. Mientras que el eccema suele reducirse a las zonas de pliegue de la piel, como los codos o detrás de las rodillas, la psoriasis abarca áreas más extensas y variadas. Por ejemplo: cuero cabelludo, el cuello, la espalda, los párpados, las manos, las uñas…
Las causas de la psoriasis y del eccema
Las causas de una y otra enfermedad también son muy diferentes. En el caso de la psoriasis, las causas aún no están muy claras, aunque todo apunta a que se debe a un trastorno autoinmune. Sin embargo, sí que existen algunos factores que contribuyen a agravar los brotes:
- Obesidad.
- Cambios hormonales.
- Estrés.
- Insuficiencia de vitamina D.
- Deterioro de la función de la barrera de la piel.
En cambio, los factores que influyen en la aparición de la dermatitis atópica son:
- Predisposición hereditaria. En la mayoría de casos existen antecedentes familiares o enfermedades relacionadas, como asma, rinitis, intolerancias alimentarias…
- Deterioro de la función de la barrera de la piel. Se vuelve más sensible a agentes externos irritables, como el agua.
¿Cómo se tratan?
Existen varias opciones de tratamiento para controlar los síntomas de ambas enfermedades y permitir que el paciente recupere su calidad de vida. En el caso de la psoriasis, las opciones de tratamiento están ‘protocolarizadas’:
- Cuando está afectada menos del 10% de la superficie cutánea: se emplean tratamientos tópicos, es decir, pomadas.
- Cuando la superficie de la piel afectada es superior al 10%: rayos de luz ultravioleta, ciclosporina… En último término están las terapias biológicas, que atacan el proceso inflamatorio y con una administración al mes o cada tres meses se consigue controlar la enfermedad.
Por su parte, los tratamientos de la dermatitis atópica pueden resumirse en:
- Prevención: hidratación continua de la piel cuando no existe brote, reducir el tiempo de la ducha, evitar las piscinas, evitar el estrés…
- Medicación: cremas o ungüentos con corticoides para reducir la picazón, corticoesteroides orales y tratamientos biológicos para los casos más graves.
- Terapias: vendajes húmedos para mantener la hidratación de la piel, fototerapia, técnicas de relajación y meditación para gestionar el estrés…
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