Aunque el moreno y el buen color nos encanta, lo cierto es que después de la época estival nuestra piel se queda bastante dañada. Los efectos por el calor, el sol, el agua del mar o de la piscina y muchas otras agresiones externas causan estragos. El cutis se reseca más de a cuenta y se acentúan arrugas y líneas de expresión. Por eso, cuidar la piel después del verano es fundamental para una recuperación completa.
Con el fin de las vacaciones y la vuelta a la rutina hace de esta época el momento idóneo para comenzar a tratar la piel después de los estragos del verano.
¿Qué cuidados necesita nuestra piel?
Para reducir los efectos dañinos de estos meses recopilamos algunos consejos para cuidar la piel después del verano.
- Seguir usando protector solar: Los rayos ultravioleta del sol están presentes todo el año, y es que, aunque sean más agresivos en verano, durante el resto de meses el sol sigue siendo peligroso. Por lo tanto, la foto-protección es algo que debemos usar siempre, incluso en los días nublados.
- Una buena exfoliación: conviene renovar la piel. La eliminación de las células muertas ayudará a que la piel respire mucho mejor. Además, la renovación celular tendrá como beneficios una piel más elástica y luminosa. Por otro lado, mejora la piel deshidratada, ya que este tipo de tratamientos ayuda a que las cremas y cosméticos penetren mejor en la piel.
- Hidratación: es fundamental para la piel después de estar expuesta al sol durante estos últimos meses. Las cremas hidratantes son el aliado perfecto para una recuperación total.
- Beber líquido: otro de los pasaos para sentir la pie hidratada es beber al menos dos litros diarios de agua. Es tan importante cuidarnos tanto por dentro como por fuera.
- Volver a tener una rutina diaria: el retomar nuestros hábitos diarios, como hacer ejercicio y tener unos horarios continuos se verá reflejado en la salud de nuestra piel. Es imprescindible una buena rutina de sueño, dado que la falta de este eleva los niveles de cortisol, lo que puede significar una piel con un aspecto más hinchada y rojiza. Al dormir mejoramos la oxigenación de la piel. Asegúrate de dormir al menos ocho horas por la noche.
- Una buena alimentación: esta alimentación debe ser rica en vitaminas y minerales. Gracias a este tipo de alimentos se podrá aportar los elementos necesarios, y que no hemos ingerido durante el verano, para obtener una piel nutrida.
- Revisar manchas y lunares: es el momento de observar los cambios en nuestra piel. Después de unos meses de sobreexposición al sol, la piel puede verse dañada. En caso de ver el mínimo daño es importante acudir a un dermatólogo para que pueda realizar un diagnóstico completo.
Si quieres saber más sobre los tratamientos de recuperación de la piel desde Sánchez del Río contamos con profesionales especializados en el cuidado de la piel. ¡Piel solo hay una, consúltanos! Si lo prefieres puedes escribirnos a cualquiera de nuestras redes sociales tanto en Facebook como en Instagram o llamarnos al 985 208 407
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