La primavera ya ha llegado. Los días comienzan a ser más largos, aumenta la temperatura y llega el buen tiempo, la naturaleza florece… pero también con ella aparecen los problemas de la piel. Los cambios de estación suponen una novedad para nuestro cuerpo y, por ello, es necesario adaptarnos a la nueva situación. Pero, ¿realmente la primavera afecta a las enfermedades de la piel? La respuesta es sí.
Se ha demostrado que los cambios climatológicos producen alteraciones especialmente en las personas que sufren enfermedades de la piel como la dermatitis atópica, psoriasis, acné o rosácea. Por este motivo, los dermatólogos aconsejan tener una rutina de cuidados específicos durante esta estación.
¿Cuáles son los factores que influyen en el empeoramiento de estas afecciones?
La luz solar. Tras el invierno y con las temperaturas más agradables huimos de las capas de ropa que protegen nuestra piel descuidando nuestra salud dermatológica. Caemos en el falso mito de que, los rayos de sol de primavera, al ser menos fuertes que en verano son menos nocivos. Sin embargo, pueden provocar desde reacciones alérgicas o la aparición de manchas y arrugas hasta quemaduras en la piel. Por ello, es necesario utilizar fotoprotectores.
Naturaleza. Es la época en la que brotan las flores. En primavera algunas plantas producen sustancias que en contacto con la piel más el añadido de la luz solar pueden provocar reacciones alérgicas.
¿Qué le pasa a mi piel con…?
Psoriasis
Aunque la primavera es por lo general la estación del año que más puede ayudar a los pacientes con psoriasis debido a los beneficios que la luz del sol aporta, algunos de ellos son especialmente sensibles ante los alérgenos primaverales como, por ejemplo, el polen. ¿El resultado? Una piel irritada, mayor rascado y como consecuencia las placas de psoriasis son mayores.
Otro dato importante a tener en cuenta son los insectos cuya presencia es más activa en primavera. Las picaduras de estos pueden complicar los brotes de psoriasis.
Dermatitis
La dermatitis atópica se debe a una alteración inmunológica por lo que la barrera cutánea de las personas que la padecen está dañada. Durante la primavera la presencia de alérgenos a consecuencia de la polinización empeora esta afección, ya que los alérgenos pueden traspasar esta barrera con mayor facilidad provocando brotes.
Acné
Con la llegada del buen tiempo, muchos pacientes acuden a consulta en busca de tratamientos para el acné ya que este empeora. El aumento de las temperaturas y la humedad ambiental provocan más sudoración y, por tanto, la obstrucción de los poros dando lugar a la aparición de nuevos granos. Además, esta circunstancia se agudiza en la actualidad con el uso de la mascarilla.
Rosácea
La rosácea es una afección inflamatoria crónica de la piel que causa enrojecimiento normalmente en la cara. La primavera es la estación más complicada para las personas que la padecen debido al aumento de la exposición al sol y al viento, a los cambios de temperatura y a las actividades al aire libre.
Consejos para cuidar la piel en primavera:
La primavera es la estación que precede al verano y, por ello, es conveniente ir preparando nuestra piel de cara a una mayor exposición solar y al aire libre. Además de usar productos hidratantes, hay otros pasos que puedes seguir para cuidar tu piel y protegerla, tanto si sufres estas afecciones cutáneas como si no:
- Protégete del sol. El uso de cremas fotoprotectoras es fundamental para que los rayos solares no incidan negativamente sobre la piel.
- Evita al máximo la exposición a los alérgenos. En esta estación es habitual realizar actividades al aire libre, y por tanto, estar en contacto con la naturaleza. Las sustancias que producen ciertas plantas pueden provocar reacciones alérgicas.
- Consumo de medicamentos. Los pacientes que tomen algún tipo de medicamento deben consultar a su médico si es necesaria alguna medida ante la exposición al sol.
- Higiene de la piel. Es importante higienizar la piel adecuadamente, esto incluye el uso de productos específicos para el tipo de piel de cada persona, sobre todo para aquellas con alguna afección diagnosticada.
- Visita al dermatólogo. Acudir anualmente al dermatólogo y revisar el estado de nuestra piel es fundamental, sobre todo si apreciamos cambios en esta, como manchas cutáneas o lunares; o si se nota un empeoramiento en las patologías ya diagnosticadas.
Solo un profesional de la piel puede tratarte y recomendarte el tratamiento adecuado para tu tipo de piel y afección específica. Si necesitas más información, no dudes en consultarnos. ¡Somos expertos en el cuidado de tu piel!
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